Slow Beauty: aprende a cuidarte de una manera sencilla y responsable.

Slow Beauty, el movimiento que ha mejorado mi vida.

Algo que agradezco de la pandemia sufrida en 2020 es que me ha ayudado a tomarme las cosas con más calma y a ser más consciente sobre mis hábitos. Tuve tiempo para pensar y reflexionar sobre mi manera de consumir. Y así descubrí la filosofía Slow Beauty.

¿Te pasó a ti también?

Vivimos en la era de la inmediatez, del estrés, sentimos constantemente que nos «falta tiempo» y vamos siempre con prisas para todo. Nuestra forma de consumir está alineada con nuestro estilo de vida y compramos rápido para disfrutar de inmediato sin pensar demasiado.

Reivindicando todo esto nació la filosofía Slow Food y más adelante la Slow Fashion, donde nos invitaban a conocer realmente el origen de los alimentos y los productos que compramos a diario.

Relacionado con estos movimientos, ha surgido también el Slow Beauty, que nos explica cómo disfrutar del mundo de la belleza de una manera más consciente y responsable.

Si lo prefieres, te hago un breve resumen en el siguiente video:

¿Qué es el slow beauty? 

Quiero explicarte a continuación los motivos por los que me sentí muy identificada con esta corriente:

  1. Defiende una producción ética y sostenible y promueve un consumo responsable.
  2. Las marcas vinculadas utilizan materiales biodegradables, reciclados e incluso reutilizables o recargables.
  3. No experimentan con animales, no venden ni producen en ningún país que lo haga y en la mayoría de los casos tampoco utilizan ningún producto de procedencia animal.
  4. Casi todas las firmas de cosmética utilizan en sus elaboraciones productos de origen natural.
  5. Y por último, pero no menos importante, esta filosofía te invita a disfrutar del momento y a aceptarte tal y como eres.

Mi experiencia hasta ahora ha sido muy positiva. Empecé poco a poco, sin pretender cambiarlo todo en un solo día, y disfrutando del proceso. Reconozco que al principio pensé que iba a resultarme muy difícil y muy caro pasarme a este tipo de consumo. Pero tras varios meses puedo afirmar que ha sido todo lo contrario. He simplificado muchísimo mis rutinas y he ahorrado comprando menos y mejor. Además, esto impacta positivamente en las generaciones futuras y ayuda a concienciar a nuestros hijos sobre sus hábitos de consumo y el respeto a su entorno. Mi hija de 5 años ya está acostumbrada a utilizar jabones sólidos, cepillos de bambú, peines de madera,…

¿Por dónde empiezo?

1.Disfruta de mi guía

Si estás interesada en profundizar sobre este tema, he elaborado la Guía Slow Beauty para facilitarte la vida. En ella encontrarás herramientas muy útiles y consejos prácticos para cuidar de ti y del planeta.

Puedes conseguirla suscribiéndote a mi newesletter.

2. Practica conmigo

He diseñado un taller práctico muy especial. En mi taller de automaquillaje Slow Beauty aprenderás a cuidarte de una manera más consciente y poniéndole los 5 sentidos. Si quieres saber más, puedes ver el siguiente reel.

3. Reserva tiempo para ti.

Cualquier momento es bueno para empezar a cuidarse. Pero si la vuelta a la rutina no ha sido tan sencilla como esperabas, tengo el plan perfecto para ti. Te invito a reservar un taller de automaquillaje para cuidarte, mimarte y pasar tiempo contigo o con esas amigas que te hacen sentir bien. Te dejo aquí los comentarios de algunas personas que ya han disfrutado de esta experiencia.

Me encantará leerte en comentarios y saber qué tal has empezado el mes. Si has sentido como yo la necesidad de mejorar tus hábitos para cuidarte a ti y cuidar al planeta, cuéntame qué has hecho para conseguirlo. Seguro que podemos aprender juntas.

Dime qué te ha parecido mi Guía Slow Beauty y si has conseguido empezar a cuidarte con más calma.

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